Lechuzas, hombres trepadores, gemelos divinos y hasta un posible jaguar se asoman desde las entrañas de nuestra tierra. Un solenodon juega en las cavernas de una isla precolombina y nos exalta el interés del hombre prehispánico sobre su ambiente y población. Suena como un escenario de ciencia ficción, cuando en realidad lo tenemos a kilómetros de casa.
Este escenario se encuentra presente en el Parque Nacional Anina Vargas, el cual es un área protegida creada con el fin de conservar una de las zonas con más alta concentración de arte rupestre en la zona caribeña. Está localizado en el Cibao Oriental, en la provincia de Sánchez Ramírez, al Sur del Pueblo de Fantino y al Suroeste de la ciudad de Cotuí. Consta con unos 118,6 km² , dentro de los cuales están contenidos 21 cuevas y abrigos, los cuales albergan la considerable suma de 435 petroglifos y 711 pinturas prehispánicas.
Debido a la formación geológica de la zona, sus montañas estás repletas de cavernas en zonas de bosques primarios que aún se conservan en perfecto estado. El Parque Nacional Aniana Vargas, se extiende dentro de un bosque tropical húmedo, conformando un ecosistema cargado de una rica biodiversidad.
Resulta sumamente interesante sumergirse en el mundo del arte rupestre prehispánico y encontrar, así como en Las Cuevas de Las Maravillas, Las Caritas y los Tres Ojos, una mirada cara a cara con las civilizaciones que poblaron nuestro territorio, y a través de este arte conocer su postura ante el mundo que les rodeaba.
All About Project te invita a conocer esta interesantísimo patrimonio cultural con el que contamos en La Hispaniola!
Fotos en accionverde.com