Orgánica: cáscaras de frutas, sobras de comida, pasto y hojas.
Metal: latas de aluminio y acero.
Papel y cartón: los cuadernos que ya no se usan, los sobres, las notas del súper, las cajas de cereal y parecidas, y el cartón corrugado.
Plástico: los envases de yogurt, las botellas de refrescos y sus tapas, bolsas del súper.
Vidrio: todos los envases de vidrio.
Tetrabrik: Tomate, leche, purés, jugos y otras bebidas.
Todo lo demás: es todo lo que no saben dónde va o no se puede reciclar ni limpiar. Un teléfono o una plancha, pañuelos desechables.